PASOS POR EL PASADO

¿Os animáis a dar un paseo allá por donde transitaban los abuelos de Alcázar?

Cada vez que los habitantes de Alcázar querían coger el autobús de las" 8:30" procedente desde Ugijar y con destino Granada capital, se levantaban antes de las claras del día, para encauzar el sendero que llevaba desde esta hasta el puente del barranco Alcázar. Aproximadamente cuatro kilómetros de senda, en su día era un recorrido que hacían en unas dos horas escasas.  Hoy día sin ningún tipo de transito, todos esos caminos han sido atrapados por la maleza, llegando en algunos puntos a estar completamente desaparecidos, o inclusos arrasados por desprendimientos de tierra provocados por la erosión, el circular del agua de la rambla o el dique.Todo esto nos a llevado casi a duplicar el tiempo de nuestra excursión y hacer algún kilómetro de más, pero os aseguro que ha sido una ruta divertida que nos ha hecho esforzarnos por lograr nuestro objetivo.

 


 

Salimos desde Alcázar y comenzamos un descenso que nos lleva a la rambla, conocida con el mismo nombre. A partir de aquí haremos un tramo junto a su amplio cauce, resulta  sencillo al andar y es de baja dificultad.

  

Pasado este tramo, cada vez se irá estrechando mas el camino hasta quedar solo un angosto pasadizo entre la maraña de zarzas y demás vegetación. En este punto

 debemos abandonar el cauce de la rambla, ya que no nos es posible avanzar más por el. Pero elevarnos un poco dará lugar a una magnifica vista. 

Continuaremos subiendo, intentando esquivar el matorral que cada vez se va apoderando más del camino. Pensad, que estos eran los caminos que llevaban a muchos cortijos, que estamos transitando por fincas de olivos que algún día fueron cultivadas.

Entre muros caídos y plantas de cultivo abandonadas, llegamos al conocido molino del Arco. Llamado así por que en su día tenia un gran arco hecho de piedra, con el que pasaba el agua de un lado a otro de la rambla.

Su alberca, de la que ya se a apoderado la maleza, contenía el agua que al caer fuertemente sobre unas grandes piedras molía el grano, ya que hablamos de un molino de cereal.

Este cortijo se encuentra justo en la parte superior del molino, conocido como el Molinillo creemos que era la residencia del molinero.

Más adelante nos encontraremos un dique construido sobre el año 1995, de los muchos que se construyeron en el plan de prevención del pantano de Rules.

Tras bordear el dique y un gran collado de roca, encontramos otro pequeño cortijo el Moro.

En esta zona deberemos tener especial cuidado, ya que esta llena de grietas y socavones de grandes dimensiones.

Comenzaremos un nuevo descenso, ya que pretendemos cruzar la rambla, en este punto nuestra excursión se complica. El paso esta cortado, su uso quizás ya solo es de algún animal salvaje.

Provocado por algún desprendimiento, un ascenso lleno de piedras sueltas, nos dificulta la marcha. Pero va a merecer la pena coronar la cima.

Al fondo podemos ver la carretera A-348 y el puente del barranco de Alcázar, nuestro objetivo.

Después de coronar la cresta para esquivar el enorme desprendimiento, debemos descender nuevamente del otro lado y tampoco se nos plantea fácil.

A la altura del cortijo de la cañada santa, nuestro sendero vuelve a ser apacible.

Por ultimo vamos a pasar por este peculiar cortijo que nos llamo mucho la atención, situado justo enfrente de los Romeras pero del que no conocemos el nombre.

   
Por fin tras cuatro horas de caminata,¡¡¡ llegamos!!! " La parada del autobús"

Os presto un fragmento de mapa en el que están señalados los puntos aproximados donde se han tomado las fotos.

En nuestro camino entre otras muchas plantas y arbustos hemos encontrado romero, que esta ahora en flor, momento idóneo para coger esta virtuosa plantan a la que se le atribuyen muchísimas propiedades, entre las más destacadas combate la halitosis, fortalece el pelo y disminuye los dolores.
podemos encontrar una excelente información en la siguiente pagina.
http://ecocosas.com/salud-natural/romero/

ACEITE DE ROMERO

_Sacaremos las flores y hojas de unos cuantos tallos de romero y lo colocaremos junto con medio litro de aceite, preferiblemente de oliva virgen, en un tarro de cristal bien cerrado, lo dejaremos macerar durante quince días, o como dirían los lugareños "al relente" refiriéndose a que pase los quince días en la calle expuesto a sol, frió, rocío etc. Nos dará un excelente aceite para masajes, con el que combatir dolores musculares.

 Me despido por hoy, hasta la próxima semana amigos.